Boletín No. 14 – Agosto de 2001
¡Feliz Cumpleaños, Madre!
Hoy nuestro canto se eleva en alabanzas al
Señor por la infinita gracia que nos ha otorgado al dejarnos a Su Bendita Madre
como Madre nuestra, y permitir que continuemos aún gozando de sus apariciones y
mensajes mensuales en Medjugorje. ¡Dios te salve, María, Dulce Reina de la Paz!
Purísima, la Sin Pecado Concebida, la Estrella de la Mañana, la Madre de Dios y
de todos los hombres... ¡no alcanzan, Madre, las innumerables invocaciones para
abarcar tu Grandeza y manifestar nuestro amor y alegría! Porque te has quedado
en nuestro corazón, en nuestras familias, en nuestras casas, nos enseñas día a
día a orar con el corazón, a derribar
nuestro Goliat con las “cinco piedritas”. No te cansas de atender nuestras súplicas y de quitar cada uno de los
obstáculos que se interponen en nuestro camino. ¡Cómo no decirte a ti también,
Querida Mamá del Cielo, que te queremos, que te amamos, que tú también eres
nuestra vida y nuestro todo! ¡Gracias por dejarnos cantar contigo diariamente
el Magnificat!¡Eres nuestra Esperanza y la del Mundo entero!
Testimonios:
nuestros hermanos nos escriben... (e-mail recibido el 04/07/01)
Queridos amigos de Magnificat: me impacta
la enorme obra de Dios y como Él va concediendo nuestros anhelos más profundos.
La Madre me había acercado a su Corazón en el año ‘94, a través de una “gracia”
concedida en San Nicolás. Alguien me habló de Medjugorje, pero no lo registré
demasiado en mi mente. El año ’95, a raíz de la presencia de María en mi vida,
decidí consagrarme a Ella, aunque no sabía ni cómo se hacía ni en qué consistía. Elegí el 25 de junio, ya que los 25 eran
dedicados a María en San Nicolás. ¡Qué designios de amor que tiene el Señor en
nuestras vidas! A partir de mi consagración (fue el año en que vino el Padre
Slavko) empecé a conocer más de acerca de la Reina de la Paz. Compré el
cassette de Hechos y Mensajes de Medjugorje y a partir de allí la Reina de la
Paz me ganó el corazón. Yo estaba consagrada a María, pero todavía no le había
dado del todo mi corazón. Los mensajes de María y sus canciones me llevaron a
una unión tan profunda con Jesús que hoy, a 6 años de aquel momento, veo
los frutos ¡impresionantes! en casa, con mis suegros, con mis padres.
En febrero del 97' conocí a Manuel
Cabalar, él me contó el testimonio de su reciente curación de cáncer..... El me
regaló el video del Programa "María, Esperanza del Mundo". Casi muero
de alegría cuando un par de años después los veo en el programa de Enrique
Moltoni cantando la canción "María, Esperanza del Mundo". No podía
parar de llorar y aún ahora mientras escribo esto me pasa lo mismo. Muchas
veces no es uno el instrumento para que el Señor cumpla un anhelo del corazón,
pero cuando el anhelo se cumple, ¿qué más da? ¡Qué enorme alegría es ver cada
día más corazones plantados dentro del Corazón de la Madre y del Hijo! ¡Qué
lindo es ver lo mucho que han sembrado y ya van recogiendo en estos años!
¡Gracias! La
paz para todos y cariños, Paula
Y es en estos tiempos de adversidad y de
tribulación en los que debemos dar cuenta de nuestro gozo por los “granos de
mostaza” que se multiplicaron. No sabemos cómo, ni cuándo, ni dónde germinaron
o germinarán. Sólo debemos tener la certeza que de eso se ocupa el Señor. No es
nuestra la obra, es de Quien nos la ha encomendado y es en Él en Quien
humildemente ponemos la confianza y la esperanza en que tomará todo lo poco que
somos y damos. ¡Esto que soy, esto te doy! En el apostolado no existen
las grandes empresas, todo es así, de a poco y de uno en uno, los pequeños trozos de inspiración, recorren los caminos
que marcará el Altísimo y tocará los corazones que estén preparados por Él para
recibir estas pequeñas gotas de amor diseminadas en canciones.
¡Gracias, Padre Amado, por seguir soplando
tu Santo Espíritu sobre la frágil barquilla de tu Magnificat! ¡Gracias Jesús
por ser nuestro Guía y Maestro en el Océano de Tu Infinita Misericordia!
“Este es un tiempo de gracia...”
No se cansa de repetirlo nuestra Madre del
Cielo. Y nuestra respuesta debe ser la Esperanza, a pesar de todos los
pronósticos y las más duras pruebas por las que estemos atravesando. Puede que
nos sintamos encarcelados y atados a difíciles situaciones materiales, pero si
miramos la historia de la Iglesia, también las grandes obras se hicieron a
costa de dolor y sufrimiento. Seguro ha de ser este el tiempo de la poda para
dar finalmente nuevos frutos como verdaderos hijos de Dios en una Patria por Él
bendecida. Aprovechemos este tiempo para crecer y prosperar interiormente, así
como lo expresara tan magníficamente Mons. Van Thuan en sus oraciones desde la cárcel de Nhatrang,
en Vietnam: “...En la oscuridad de la noche, en medio de este océano de
ansiedad, de pesadilla, poco a poco me despierto: “Debo afrontar la
realidad”.”Estoy en la cárcel. Si espero el momento oportuno de hacer algo
verdaderamente grande, ¿cuántas veces en mi vida se me presentarán ocasiones
semejantes? No, aprovecho las ocasiones que se presentan cada día para realizar
acciones ordinarias de manera extraordinaria”. Jesús, no esperaré; vivo el
momento presente colmándolo de amor. La línea recta está formada por millones
de puntitos unidos entre sí. También mi vida está integrada por millones de segundos
y de minutos unidos entre sí. Dispongo perfectamente cada punto y mi línea será
recta. Vivo con perfección cada minuto y la vida será santa. El camino de la
esperanza está enlosado de pequeños pasos de esperanza. La vida de esperanza
está hecha de breves minutos de esperanza. Como Tú, Jesús, que has hecho
siempre lo que le agrada a Tu Padre. Cada minuto quiero decirte: Jesús, te amo;
mi vida es siempre una “nueva y eterna alianza” contigo. Cada minuto quiero
cantar con toda la Iglesia: Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo”
(extraído de la obra Cinco panes y dos peces de F. X. Nguyen van Thuan)
¡Argentina! ¡Canta y camina!
Nos lo dice María desde Luján, y desde
Medjugorje nos ha dicho: “Sigan ayudando al pobre, al enfermo y oren por los
difuntos. Escúchenme a mí y descúbranme en los pobres” (a Jelena, el
31/01/84). Y “No miren con indiferencia al pobre que les pide un trozo de
pan, y no lo rechacen de sus mesas abundantes. En cambio ayúdenle, y así Dios
también les ayudará a ustedes. Tal vez el pobre los bendiga en lugar de darles
las gracias. A lo mejor esta bendición se realiza, porque Dios fácilmente
escucha al pobre” (a Ivanka, el 28/01/87). Continuemos, pues,
alimentando de la Mano de María nuestra fe, nuestra esperanza y nuestra caridad.
Seamos portadores de las Buenas Nuevas a
los pobres a través del amor de nuestros actos de misericordia, a semejanza de
Cristo, Verdadero Camino para llegar al
Padre. Si sumamos día a día gestos de solidaridad para con nuestros
hermanos más necesitados, haremos posible la construcción del Reino de Dios.
¡Jesucristo, Señor de la historia, te
necesitamos! Para ser una nación convertida, fuertemente afianzada en tu
Evangelio, en plena comunión sacramental y orante desde los cuatro puntos cardinales.
¡Úngenos, Señor, con Tu Espíritu Santo para anunciar como Tú a los cautivos su
libertad, a los ciegos que pronto volverán a ver, para liberar a los oprimidos
y poder proclamar todos juntos como hermanos que este es el año de la gracia
del Señor! Amén.
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Los esperamos en los Encuentros de Adoración Eucarística:
- San Carlos, Basílica
de María Auxiliadora - Hipólito Yrigoyen y Quintino Bocayuva. Primeros domingos
de mes, 17 hs. Rosario y Adoración.
- San Bernardo - Gurruchaga 167 - Terceros sábados de
mes, 17.30 hs. Adoración Eucarística, Rosario y Santa Misa
GRUPO MAGNIFICAT
Internet:http://www.mensajerosdelareinadelapaz.org/magnificat.htm
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